"Nuestro objetivo es ofrecer un servicio que no se reduzca a ser el mejor, sino que sea legendario"
UN POCO DE HISTORIA...
Desde 1959 la familia Tartarelli ha dedicado su vida a la rectificación de motores, por la época iniciaba esta actividad Don Duilio Tartarelli, quien fue un pionero en el arte del metalizado y alesado de bielas, bancadas y bujes de árbol de levas; única actividad que desempeñaba en aquel entonces ya que los primitivos motores eran pocos complejos, por lo que la rotura o desgaste se producía con mayor facilidad.
Con el paso de los años los cálculos de la ingeniería comenzaron a ser mas precisos pues, había que evitar el sobredimensionamiento para bajar costos para aumentar la producción, ahora eran mas la piezas vulnerables a roturas, y todo esto obligaba a desarrollar nuevas herramientas y maquinarias para su reparación, las cuales se fueron adquiriendo a medida que uno iba teniendo la posibilidad.
Tiempo después por la década de 1970 Don Duilio integra al mundo de los motores a su hijo, Eduardo Tartarelli, quien comenzaría trabajando a su lado para luego convertirse en un vanguardista de la materia, implementando nuevas maquinarias y modernas tecnologías, creando espacios físicos adecuados, introduciendo nuevas prestaciones y servicios, se convierte así en una de las principales rectificadoras de motores de Venado Tuerto y la zona, pero a pesar de todo las necesidades y exigencias de los nuevos mercados evolucionaban continuamente, lo que con firmeza, dedicación, trabajo y capacitación aparejaba un moderado crecimiento de la empresa.
En la actualidad, una tercera generación incursiona en esta actividad, Rectificaciones Tartarelli pretende seguir encabezando el liderazgo que con tanto esmero consiguió, enfocando la mirada a sus clientes que día a día depositan su confianza en la empresa.
Con el paso de los años los cálculos de la ingeniería comenzaron a ser mas precisos pues, había que evitar el sobredimensionamiento para bajar costos para aumentar la producción, ahora eran mas la piezas vulnerables a roturas, y todo esto obligaba a desarrollar nuevas herramientas y maquinarias para su reparación, las cuales se fueron adquiriendo a medida que uno iba teniendo la posibilidad.
Tiempo después por la década de 1970 Don Duilio integra al mundo de los motores a su hijo, Eduardo Tartarelli, quien comenzaría trabajando a su lado para luego convertirse en un vanguardista de la materia, implementando nuevas maquinarias y modernas tecnologías, creando espacios físicos adecuados, introduciendo nuevas prestaciones y servicios, se convierte así en una de las principales rectificadoras de motores de Venado Tuerto y la zona, pero a pesar de todo las necesidades y exigencias de los nuevos mercados evolucionaban continuamente, lo que con firmeza, dedicación, trabajo y capacitación aparejaba un moderado crecimiento de la empresa.
En la actualidad, una tercera generación incursiona en esta actividad, Rectificaciones Tartarelli pretende seguir encabezando el liderazgo que con tanto esmero consiguió, enfocando la mirada a sus clientes que día a día depositan su confianza en la empresa.
MISIÓN
VISIÓN
VALORES